
MÚSICA Y BAILE: LA COPLA O CANTAR (IV)
(Extracto del libro Música y tradición en Énguera y La Canal)
LA JOTA
El
más moderno de los géneros de baile suelto es la jota,
que en su expansión decimonónica destrona a los anteriores géneros.
La jota es sin duda el género musical tradicional más extendido a
lo largo de los diferentes territorios de la península Ibérica. Es
conocida en todas las regiones y países del actual Estado español,
con esta denominación. Sin embargo también encontramos otros
nombres que se refieren a ligeras variantes de este mismo género,
como por ejemplo la alegría en Andalucía o la isa
en las Canarias. En Portugal tampoco es un género
desconocido, y en algunas regiones lusas encontramos bien la jota,
con este nombre, bien el vira, que no es sino una versión a las
jotas arcaicas que se conservan en Galicia y en León. Incluso existe
alguna versión en tierras americanas y filipinas.
Antes
de describir las principales características del género, tenemos
que hacer una pausa para hablar, aunque sea de manera muy breve y sin
profundizar mucho, en el origen del género. En los ambientes
folklóricos, es este un tema un tanto polémico, ya que todos
quieren apuntarse la paternidad del género. En primer lugar, los
valencianos tenemos una leyenda que cuenta que en época medieval, un
ciudadano de la Valencia islámica, llamado Aben Jot, creó esta
nueva música. La jota se llama así en honor al nombre de su
creador. Las autoridades religiosas consideraron irreverente este
nuevo género y condenaron al creador al destierro, quien se
estableció en tierras aragonesas, como explica la copla:
La
jota nació en Valencia
y
se crió en Aragón.
Calatayud
fue su cuna
a
la orillita el Jalón.
Esta
leyenda resulta simpática, pero no se sostiene en ningún criterio
fiable. Los aragoneses también se quieren apuntar el mérito. La
jota es en Aragón todo un símbolo, un signo de identidad colectiva,
y negar el origen baturro del género es para la mayoría un insulto
de lo más grave. En el siglo XX, los certámenes joteros,
controlados y fomentados por las instituciones i por otras instancias
del poder, contribuyeron a crear el mito de la nobleza baturra. Los
aragoneses son, según este arquetipo, unas personas de ideas fijas,
rudos y nobles, que cantan la jota. Pero no vale cualquier tipo de
jota. Sólo sirve la jota espectacular y semiescolarizada, acompañada
por una multitudinaria rondalla de cuerda que ejecuta infinidad de
complicadas variaciones musicales, pero que marca siempre con un
característico la entrada del cantador. La copla se canta con una
voz poderosa, y hasta cierto punto impostada. Por fortuna, los
aragoneses han descubierto que su folklore es mucho más que sólo la
jota, y desde los años 90 están interesados en recuperar otros
géneros y en superar el estereotipo “baturro”.
Andaluces,
castellanos y navarros también han querido reivindicar la
paternidad de la criatura. Por fortuna, en 1995, el catedrático de
musicología del Conservatorio de Salamanca Miguel Manzano Alonso,
publicó un estudio que ponía un poco de claridad en este asunto. Se
trata del libro La jota como género musical, un estudio
riguroso que intenta esclarecer las similitudes y diferencias de
todas las canciones que se presentan con el nombre de jota en los
diversos territorios hispánicos. Manzano supera de manera definitiva
la polémica sobre el origen del género. Basándose en el estudio de
muestras de todas las zonas, establece que nadie puede atribuirse en
exclusiva la paternidad del género. Se trata de un género antiguo,
común a muchos de los territorios, que ha ido evolucionando de
diversas maneras en unos sitios y en otros. Manzano establece dos
grandes grupos: la zona noroccidental de la península donde todavía
encontramos el género en un estadio más primitivo, como canto
vocal acompañado de percusión, y la zona central y oriental, donde
le género ha evolucionado con la incorporación de repeticiones
vocales y la presencia de otros instrumentos.
Respecto
a la etimología del nombre, hemos de decir que la idea de que el
sustantivo jota derive de Aben Jot es un auténtico disparate. Aunque
no lo sabemos con certeza, lo más probable es que este nombre derive
del verbo romance SALTARE, o más concretamente de su forma SAUTARE,
que haría referencia al carácter movido y vivo del baile:
salta
> sauta > sota > xota > jota
A
pesar de estar de acuerdo con el origen antiguo del género que
propone Manzano, lo cierto es que en la actualidad en tierras
valencianas, y también en las zonas vecinas, la estructura que
conocemos es una evolución relativamente moderna, que aparece a
finales del siglo XVIII y que desplaza durante todo el siglo XIX a
otros géneros anteriores.
La
estrofa que se usa en el canto es la cuarteta, llamada popularmente
“canción”, “copla” o “cantar”. Son cuatro versos
octosílabos con rima, generalmente asonante, en el segundo y cuarto:
Todos
los quesinos, madre,
nâ
más comen que garrofas
y
cuando van a cagar
s’agarran
a una coscoja
(Navarrés)
Después
de cantar la copla, vienen los estribillos. Estos estribillos son
llamados arremachos en Navalón. Parece ser que las
estructuras más arcaicas son aquellas en que los estribillos son
también cantados. La estrofa más usual en estos estribillos es la
seguidilla, que alterna versos heptasílabos sin rima con
pentasílabos de rima asonante:
Como
sé que te gustan
los
cacahuetes,
por
debajo la puerta
te
meto siete.
(Navalón)
Por
mucho agua que caiga
aquí
en la peña,
no
se volverá blanca
la
que es morena.
(Chella)
Alebú,
alebú,
tu
madre viene.
Échale
una mentira,
que
te conviene.
(Navalón)
Existe
algún estribillo que presenta la estructura de seguidilla pero con
medidas irregulares en algunos de sus versos:
Anda
niña a tu casa
y
lávate la cara
que
si no te la lavas
no
te casarás.
(Énguera)
Anda
niña a tu casa
Y
péinate el pelo
Que
si no te lo peinas
Yo
no te quiero.
(Énguera)
O
también una estrofa que alterna heptasílabos y hexasílabos:
Patita
colorada
Tiene
la perdiz
Patita
colorada
Piquito
y nariz.
(El
Calderón, Énguera)
Sin
embargo también existen otros patrones métricos que aparecen en los
estribillos cantados. Por ejemplo, hay algunos casos de cuartetas
formadas por versos hexasílabos:
Al
salir el sol
te
quisiera ver
penjaêt
dels ous
dalt
d’un garrofer.
(Énguera)
Al
salir el sol
Canta
la perdiz
Y
el gallo le canta
Quiquiquiriquí.
(Énguera)
Por
aquí no hay nada,
por
la plaza menos.
Resala(da)
morena,
que
por ti me muero
(Navalón)
A
la jota, jota
que
bailan los perros;
Levantan
la pata,
se
le ven los güegos.
(Anna)
Ay
que sí que sí
ay
que no que no
que
de los bomberos
no
me fio yo.
(Bicorp)
Ay
que sí, que sí.
Ay
que no que no.
Que
esta morenita
la
camelo yo.
(Navalón)
Ay
que sí, que sí
Ay
que no, que no
Si
tu tienes huerto
Jardín
tengo yo.
(Faracuat)
Al
salir el sol
Te
quisiera ver
Pero
veo, niña,
Que
no puede ser.
(Énguera,
Navalón y Navarrés)
A
veces estas cuartetas hexasílabas repiten los versos, por exigencia
de las melodías con que se cantan, y se crean algunas estructuras de
métrica más complejas:
Como
se menea, como se menea,
El
agua en el pozo,
Así
se menea, así se menea
Tu
cuerpo garboso.
Como
se menea, como se menea,
El
agua en la pila.
Así
se menea, así se menea,
Tu
cuerpo chequilla.
(Navalón)
Otras
veces la cuarteta inicial continua con otros versos que la
desarrollan formando una nueva estrofa de ocho versos:
Ay
sin sal sin sal
En
mig del bancal
El
novio a la novia
Li
ausava el brial.
Ay
sin sal sin sal
Ay
sin sal saleró,
El
novio a la novia
Li
ausava el faldó.
(Navalón)
Al
salir el sol,
Te
quisiera ver
Pero
veo, niña,
Que
no puede ser
Que
no puede ser
Que
no hay ocasión
Para
verte niña
Al
salir el sol.
(Bicorp)
También
existe la cuarteta de heptasílabos como estribillo:
A
los títaros tocan
Yo
te pago la entrá.
Si
lo sabe tu madre
¿qué
dirá? ¿qué dirá?
¿qué
dirá? ¿qué dirá?
¿qué
tendrá que decir?
Que
te quiero y te amo
Y
me muero por ti.
(Énguera)
Y
a tu padre l´han hecho
Y
a tu madre l´haran
Y
a tu padre l´han hecho
Capitán
general.
(Énguera)
Mírala
que ahí la tienes,
échatela
al rincón,
si
es casada, casada,
si
es soltera mejor.
(Chella)
Arrincónamela
y
échamela al rincón
Si
es casada, casada.
Si
es doncella mejor.
(Bicorp)
Arrempuja,
Maruja
y
échatela al rincón.
Si
es casada, casada.
Si
es doncella mejor
(Énguera)
Ay
sin sal sin sal
ay
sin sal saleró
que
a esa moza morena
me
la camelo yo.
(Navalón)
A
la una, a la una
A
las dos, a las dos
El
pimiento picante
Con
arroz, con arroz.
(Faracuat)
También
se puede utilizar la cuarteta de octosílabos, aunque esto ocurre
menos frecuentemente. En este caso los versos segundo y cuarto
siempre tendrán rima aguda o masculina para facilitar su ajuste con
las melodías del canto:
Está
lluviendo, lluviendo,
te
mojarás, mojarás,
los
zapatitos, zapatos
de
colorín, colorán.
(Énguera)
Dices
que tienes que tienes
que
tienes un olivar.
Y
el olivar que tú tienes
es
que te quieres casar.
(Bicorp)
Tengo
un reloj que me toca
la
una, las dos y las tres.
Tengo
un reloj que me toca
las
cuatro y cinco y las seis.
(Énguera)
Incluso
el verso decasílabo aparece en algún estribillo:
Tápate
María, tápate
que
la pantorrilla te se ve.
Como
te se vea lo demás
ya
verás María dónde vas.
(Énguera)
Son
abundantísimas las versiones de jota recogidas y es habitual que un
mismo cantador conozca múltiples variantes. Pero no sólo se trata
de un cambio de melodía. Podemos observar que hay diferentes formas
de cantar las cuartetas. En primer lugar, hay que diferenciar dos
tipos de jotas: las que entran a cantar en el acorde de dominante y
las que entran en el acorde de tónica. Y todavía resulta más
complicado su clasificación si tenemos en cuenta la estructura de
las repeticiones de cada versos:
- tipo A: 6 frases musicales y repetición de los versos con la estructura 123441. Se entra a cantar en el acorde de tónica. Solía usarse para las jotas de ronda, aunque también podía aparecer esta estructura en las jotas de baile.
La
jota quieres que cante
La
jota yo no la sé
por
darle gusto a mi amante,
la
jota yo cantaré.
La
jota yo cantaré.
La
jota quieres que cante.
(Énguera)
- tipo B: 6 frases musicales y repetición de los versos con la estructura 123434. Como la anterior también entra en el acorde de tónica.
En
esta calle que entramos
tiran
agua y salen ranas.
Por
eso s’ha de llamar
la
calle de las marranas.
Por
eso s’ha de llamar
la
calle de las marranas.
(Chella)
- tipo C: 7 frases musicales y repetición de los versos con la estructura 1123441. Es la estructura más frecuentemente usada. El canto empieza en el acorde de dominante.
Mírala
por dónde viene,
mírala
por dónde viene,
la
tonta de mi mujer
con
el pañuelo en la mano
cansadita
de correr.
Cansadita
de correr.
Mírala
por dónde viene
(Énguera)
- tipo D: 7 frases musicales y repetición de los versos con la estructura 1123434. También entra en el acorde de dominante. Esta estructura es muy abundante en los pueblos de esta comarca, pero conocemos muy pocos casos fuera de La Canal:
En
el Cielo manda Dios;
en
el cielo manda Dios;
en
la justicia, l’alcalde;
en
la calle, mandan tôs;
conmigo
no manda nadie.
En
la calle, mandan tôs;
conmigo
no manda nadie.
(Navarrés)
- tipo E: 7 frases musicales y repetición de los versos con la estructura: 2123434. Aunque existen ejemplos, esta estructura es poco usada en la comarcas meridionales valencianas. Sin embargo es la más habitual en el interior de la demarcación de Castellón, y es casi exclusiva en la actualidad en las jotas aragonesas. El canto empieza en el acorde de dominante.
Qué
buenos chicos que son.
Madre
mía, los mineros,
qué
buenos chicos que son.
Nâ
más tienen que una falta:
que
mueren sin confesión.
Que
mueren sin confesión.
Madre
mía los mineros.
(Navalón)
- Tipo F: En la aldea de Navalón hemos podido recoger ejemplos de jota que presenta una repetición de 8 frases musicales con la estructura 12123434. Así se cantaba la jota de los quintos y también hemos recogido una jota de baile de este tipo. Esta estructura es desconocida en el resto de la comarca, aunque existen ejemplos similares en Alicante y Murcia.
Cuanto
más hondo es el pozo,
más
fresquita sale l’agua.
Cuanto
más hondo es el pozo,
más
fresquita sale l’agua.
Cuánto
más hablo contigo,
más
me gustan tus palabras.
Cuánto
más hablo contigo,
más
me gustan tus palabras.
- Tipo G: En Énguera, hemos encontrado una versión de jota que podríamos denominar arcaica. Se usaba como canto y baile de pascua. La copla no repite ningún verso, y por tanto su estructura es 1234. En Benafigos, Fermín Pardo recopiló una “arenilla” con esta misma estructura. Sin embargo, este tipo de jotas arcaicas sin repetición no son frecuentes en tierras valencianas, aunque sí las encontramos abundantemente en Castilla y especialmente en León.
Una
vieja y un candil
la
perdición de una casa
la
vieja por lo que gruñe
y
el candil por lo que gasta.
Gràcies!
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