MÚSICA Y BAILE: LA COPLA O CANTAR (V)
(Extracto del libro Música y tradición en Énguera y La Canal)
EL COPLERO.
Las letras
que sirven para cantar los tres géneros musicales que acabamos de
ver, seguidillas, fandango y jota, son textos breves, independientes
unos de otros, como ya hemos dicho anteriormente. En la actualidad,
muchos grupos folclóricos consideran las piezas que interpretan como
temas fosilizados, y suelen interpretar en sus espectáculos siempre
las mismas letras y además en el mismo orden, como si fuesen unas
letras fijas e inamovibles. Y nada más lejos de la tradición: desde
antiguo se ha publicado colecciones de cantares o coplas, llamadas
popularmente “copleros”. Las gentes populares compraban estas
colecciones con la intención de ampliar el propio repertorio de
letras que cantar en fiestas y bailes. También era habitual publicar
coplas en los almanaques y calendarios, así como editarlas en
sencillos pliegos de cordel que se podían adquirir por poco dinero.
Todo ello explica que los diversos cantares se encuentren dispersos
por toda la geografía estatal. Hasta el siglo XVIII, la estrofa más
usada para los bailes era la seguidilla. Pero a partir de esa fecha,
se generaliza la cuarteta, que la desplazará totalmente, con la
fuerza que le otorga ser la estrofa preferida del género hegemónico
dentro de nuestra tradición: la jota. La quintilla, vinculada en un
principio a los cantos de fandango y usada en menor medida en alguna
jota, también aparece con frecuencia publicada en los “copleros”
1.
De la abundante colección de
coplas recogidas en la comarca, nos gustaría publicar, si no todas
por su excesivo volumen, sí una selección, para dar una idea de la
variada temática que acompañaba nuestros cantos y bailes
tradicionales. Y puesto que anteriormente han aparecido estrofas de
seguidilla, nos centraremos solamente en las cuartetas y quintillas.
Uno de los temas más
importantes de la lírica, no sólo popular sino culta, es el amor.
Así encontraremos, en primer lugar, abundantísimas coplas amorosas,
que presentan distintas connotaciones: requiebros, desdenes,
desengaños, piropos, deseos, temores…
Eres,
Elvira preciosa,
la
mejor de las mujeres.
Tú
sola en el mundo estás
para
darme a mí placeres.
Cuando
yo era pequeñita,
me
quitaron el mamar.
Y
ahora que soy mayorcita
me
quitan el festear.
Ay
madre no sé qué tiene
el
camino de la fuente
que
yo no puedo olvidarlo
siempre
lo tengo presente.
Tu
madre es la que no quiere
que
yo tu carita vea.
Por encima de tu madre
tengo que hacer la vereda.
Ya me decían a mí
que tu querer era en vano;
que el sol desvanecería
como nube de verano.
Cuanto más hondo es el pozo
más fresquita sale el agua.
Cuanto más hablo contigo
más me gustan tus palabras.
Siete lebrillos de sangre
derramo por tu querer.
Considera, dueño mío,
qué pecho debo tener.
Qué cerquita de ti estoy,
carita de frente a frente.
Y no te puedo decir
lo que mi corazón siente.
Si supieras como estoy
el día que no te veo:
mis ojos no tienen luz
ni mi corazón consuelo.
Como quieres que te quiera
si siempre me estás pegando
como si mi cuerpo fuera
hecho de piedra de mármol.
Sabes que me he estado
muriendo
y no me has venido a ver.
Permítalo el Dios del Cielo
que mueras por un querer
y que no encuentres consuelo.
Si de Elvira soy amante,
nadie me tenga ambición,
yo por Elvira daría
alma, vida y corazón.
Vivir sin ti no es vivir
y sin ti no vivo yo.
Más vale esperanza en ti
que vivir en procesión:
hoy aquí, mañana allí.
Son tus ojos tan brillantes
que para mí brotan fuego.
Déjame, niña, mirarlos
aunque me queme con ellos.
Yo me enamoré de noche
y la luna me engañó.
Otra vez que me enamore
será de día y con sol.
Mira como corre, corre,
el tranvía por la vía.
Así corre mi morena
cuando va en busca mía.
Pepa Dolores te llaman,
y, por llamarte Dolores,
no me seas tan ingrata
que me dueles tus rigores.
Cuando yo era pequeñita
me quitaron el mamar.
Y ahora que soy mayorcita
me quitan el festear.
Arbolito te secastes
teniendo el agua a los pies;
en el tronco, la tristeza,
y en las ramas, un querer.
Cartagenera la luna
cartagenero es el sol
cartagenero mi amante
cartagenerita yo.
Esta es la calle del aire
la calle del remolino,
donde se remolinean
tu corazón con el mío.
Eres como la verbena
que en el campo verde nace,
eres como el caramelo
que en la boca se deshace.
Cuanto más hondo es el pozo
más fresquita sale el agua;
Cuanto más hablo contigo,
más me gustan tus palabras.
Mi novio me dio, me dio,
y si me dio que me diera
para principio de amores
un pañuelito de seda.
Quítate los alpargates
que te si untan del
rojío
que si agora no me
quieres
otras veces m´has querîo.
No me mires de reojo
que es mirada de traidor.
Mírame cara a carita
que es miradita de amor.
Te precias de buena moza
y la buena moza soy yo,
porque ése que va a tu casa
ya lo he despreciado yo.
El querer es cuesta arriba
y el querer, cuesta abajo.
Yo quiero subir la cuesta
aunque me cueste trabajo.
Como quieres que te quiera,
si yo no puedo quererte.
El querer quiere querer
y yo no quiero ni verte.
Carabassa m´han donat
i jo l´ha pres per meló.
Val més una carabassa
que casar-me én un pendó.
Tú dices que no me quieres.
Tú me vendrás a buscar.
Como el agua busca el río
y el río busca la mar.
Es verdad que te he querido
que te he querido es verdad
pero casarte conmigo
tus ojos no lo verán.
Jo tinc figues i billotes
i dinguna xica em vol.
Jo me les menjaré totes
sentâet a un carasol.
Eres bonita por fuera
y por dentro, Dios lo sabe;
eres un arca cerrada
que se han perdido las llaves.
Soy más rico, siendo pobre,
que Martínez el Pañero...
¡Tengo la mujer bonita!
¿Para qué quiero dinero?
Las estrellitas del cielo
las cuento y no están
cabales;
faltan la tuya y la mía
que son las dos principales.
Esta nit vaig a parlar-li
a una xica llauraôra
si m´arriba a dir que no
la tire a la regaôra.
Mujer que tanto he querîo,
por Dios, no pierdas la honra;
yo no soy hombre para ti,
y por ti pido limosna.
Te crías alta y delgada
como la mata del trigo,
y yo, te estoy aguardando
para casarme contigo.
Como quieres que te quiera
si te critica la gente;
¡mira si es grande mi pena
que tendré que aborrecerte!
No pienses que por ti pienso,
que ni pienso ni imagino.
¡Por otras zanjas más hondas
llega el agua a mi molino!
No pienses que por ti pienso,
que ni pienso ni imagino.
¡Por otras zanjas más hondas
llega el agua a mi molino!
En
segundo lugar, encontraremos los coplas que tienen una intención
humorística, que pueden ir desde la fina ironía hasta la burla más
soez. Las hay escatológicas, anticlericales, picarescas,
ingeniosas... También incluimos aquí aquellas canciones que
provocan automáticamente la risa o el escándalo al tratar uno de
los temas tabú en la sociedad tradicional: el sexo, bien sea
groseramente o con finas insinuaciones. También son reseñables
aquellas que muestran un sentido del humor machista y misógino.
“Me cago en diez”dijo un
fraile
a punto de profesar.
“Conmigo no manda nadie
que me tengo que casar
con la hija del alcalde”.
Vino un juez a preguntarme
que de qué me mantenía.
Yo le contesté cantando:
“como se mantiene usía,
pero yo no robo tanto”.
El testamento Montesa:
yo le entrego el alma a Dios,
y el cuerpo para la tierra,
los cojones pâl
notario
la chorra pâ mi
Manuela.
Pedro las Vacas murió
en una casa alquilada.
Y de herencia se dejó
el garrote y la guitarra
y el alquiler, no pagó.
Entra, Currillo, no temas
de decírselo a mis padres,
y si te dicen que sí
te casarán con mi madre,
que yo, no te quiero a ti.
Una vieja más que vieja,
más vieja que San Antón,
se tiró la teta al hombro
y aún le arrastraba el pezón.
Ay madre que a mi m´han roto
el cantarito en la fuente,
yo no siento el cantarito
sino qué dirá la gente.
Si quieres que te la meta
me tienes que dar un duro
que yo no meto mi polla
en un sitio tan oscuro.
En el jardín de la reina,
era jardinero yo.
Me dejé la puerta abierta
y otro jardinero entró.
Cada vez que yo lo pienso
que me tengo que morir
tiendo la manta en el suelo
y no paro de decir:
¡que me muero! ¡que me
muero!
En mi vida ha visto yo
lo que ha visto esta mañana:
una gallina en la torre
repicando las campanas.
Aunque tu madre no quiera
te la tengo que meter...
la cinta en el zapatito
y el zapatito en el pie.
Santísimo Teo glorioso,
nacido en la Lebraleja,
con las sobras de tu santo
echo el pisebre a mi
yegua.
Debajo del delantal
tienes un tintero negro.
Deja que moje mi pluma
y verás mi palillero.
Pascualeta, Pascualeta,
baja ya por la escalera.
Mira que si yo me enfado
te arranco la tomatera.
Pepa, tórrame una crilla
sinós te pegaré un
palo,
que han venido mis amigos
y quieren echar un trago.
Los gallegos en Galicia
cuando van en procesión
llevan a un gato por santo
y a una vieja por pendón.
Mírala por donde viene
la tonta de mi mujer
con el pañuelo en la mano
cansadita de correr.
Me dijistes agua va
por encima me la echastes.
Grandísima picarona
Hasta el alma me mojaste.
Te piensas que soy de aquellas
que van por los olivares
con el pañuelo en la mano
llamando a los melitares.
Eres una y eres dos.
Eres tres y eres cuarenta.
Eres la iglesia mayor
donde todo el mundo entra.
Pequeñita como un huevo
y ya te quieres casar.
Anda a decirle a tu madre
que te enseñe a remendar.
En tu puerta planté un pino
y en tu ventana, un clavel.
Y en tu cabecera, un cuerno
Pâ que t´arrasques
con él.
Toditos los tixiôres
tienen el andar muy fino
porque están acostumbrados
al aguardiente y al vino.
En este pueblo, no hay chicas;
y si las hay, no las veo.
Se conoce que las tienen
de palo en el gallinero.
Tu dices que no me quieres
porque no tengo dinero.
Pero tengo un automóvil
y con el voy donde quiero.
Una agüela en un corral
én un pedo mató un pollo.
Salió l´agüelo y le
dijo:
“tienes culo de dimonio”.
La mujer que sale mala
ni reñirla ni pegarle,
meterla en un barco roto
Y que la mar se la trague.
Tienes el andar de pava
y el meneo de perdiz,
y ojitos de enganchadora
no me engancharás a mí.
En tu puerta planté un pino
pensando que me querías.
Y ahora que ya no me quieres
dame la leña que es mía.
En tu puerta me cagué
pensando que me querías,
y ahora que ya no me quieres
dame la mierda que es mía.
La iglesia es un comercio
y el cura es un comerciante,
cuando tocan las campanas
acuden los ignorantes.
A mi me salieron dos
con intención de matarme;
Y les dije con alta voz
que quería confesarme
y entregar el alma a Dios.
Un cura se fue a cagar
a la puerta de un convento.
Salió una rata peluda
y le mordió el instrumento.
Yo festeaba una chica
que era hija de un barbero.
La madre por darme chasco
puso en la ventana un cuerno.
Ay, que contento que estoy
desde que me ha hecho mi madre
unos calzoncillos nuevos
de unos viejos de mi padre.
Me dijiste que era fea
al espejo me miré.
¡Mira que no soy tan fea
algún tonto engañaré!
Yo soy la que me comí
en ayunas un carnero
arroba y media de pan,
de vino, cántaro y medio.
Sant Antoni de Gavarda
Feu un milacre en Antella:
Una vella cau al riu,
si no la trauen, s´aufega.
Ya va la rubia por agua
por que le vean el pelo.
Déjala que vaya y venga
que ella cairá en el
anzuelo.
Me cago en la pena negra
y en la olla sin tocino,
en la canasta sin pan
y en la botella sin vino.
El cantar quita las penas
y el que llora las aumenta.
Yo, que ni canto ni lloro,
hasta el comer me alimenta.
Aquel que quiera saber
cómo se cura un catarro
que se coma un gato vivo
y luego estire del rabo.
Aquel que quiera tener
a la mujer bien segura
que la ate en el pisebre
como si fuera una mula.
Muchachos vivir alerta
y mirar lo que los digo
que una mujer muy discreta
ha dâu muerte a su
marido
con el pezón de una teta.
Venga vino con un carro
y agua con una burrica.
El carro que vaiga y
venga,
la burra que estea
quietica.
Un baturrico en la cama
le decía a su mujer:
“-qué culo más duro
tienes”.
¡y tocaba la pared!
Los baturros de Aragón
dicen que no comen coles
¡Cuando bajan a Valencia
hasta los tronchos se comen!
Si quieres que te la meta
t´has de poner pancha arriba
y verás como la leche
te sube por la barriga.
El médico me ha ordenado
que duerma con mi morena.
¡Qué médico tan amable!
¡Qué medecina más
buena!
De ese mal, no muere nadie.
A las dos de la mañana
tengo lo que tu no tienes.
Un relor y una campana
y un molenillo que
muele.
Allá arriba, más arriba,
hay un hombre cabezudo
que tiene las uñas negras
de tanto palparse el culo.
En la verja de la cárcel,
tengo mi caballo atado,
tiene más gracia en el culo
que ese mozo que ha cantado.
Soy el amo de la burra;
de la burra mando yo;
cuando quiero digo “arre”,
cuando quiero digo “so”.
En els collons m´has pegat
i m´has fet una blaüra
i ara vas dient per ahí
que tinc la figa peluda.
Dentro
de las coplas que tienen como principal intención el provocar la
risa, hay que reseñar las llamadas coplas con rabo,
que son aquellas cuartetas en las que no hay rima entre sus versos y
suelen presentar una progresión temática incoherente:
En el medio de la plaza,
hay una piedra redonda
y el que tropieza y se cai
es señal que no l’ha
visto.
Al
pasar por tu balcón,
te
vi la pierna y la liga,
y
como era colorada
Encontramos,
en tercer lugar, las coplas que hacen referencia al contexto más
inmediato en que se producen y versan sobre el cante y el baile, y
sobre las personas que participan en estos actos. Las numerosísimas
coplas de jota que identifican a los aragoneses como baturros
joteros, siguiendo un estereotipo no demasiado antiguo, que se
dispersó por España a mediados del siglo XX, se reparten casi a
partes iguales entre el anterior grupo y éste.
La jota nació en Valencia
Y de allí vino a Aragón.
Calatayud fue su cuna
A la orilla del Jalón.
Esta es la jotilla, madre.
Este es el dulce meneo.
Este es el baile que bailan
las mocitas en Toledo.
Este es el fandango, madre
este es el dulce meneo
este es el baile que bailan
las mocitas en Toledo.
La jotica aragonesa
Nadie la sabe cantar.
Nâ más que los
marineros
Que navegan por la mar.
Bailador que estás bailando
menea bien esos pies
que la bailadora dice:
“contigo no bailaré”.
La jota me dan que cante
la jota yo no la sé.
Si me dan una peseta,
la jota yo cantaré.
La jota quieres que cante.
La jota yo no la sé,
por darle gusto a mi amante
la jota yo cantaré.
Un baturro se fue al cielo
con una guitarra rota.
Y San Pedro que lo vido
lo hizo bajar a por otra.
Estoy de la gargantilla
que no puedo echar un ronco.
Estoy de pies en la rama
y no puedo subir al tronco.
Gracias a Dios que he llegado,
a cantar en este día
a casa de estos señores,
con toda mi compañía.
Todos los que son de Liria
Cantan la jota liriana;
Yo, como soy de Valencia,
Canto lo que tengo gana.
Esta es la jotica maña
la que bailan los perritos
que levantan la pateta
y menean el rabito.
Todos los que cantan bien
se arriman a la guitarra
y yo, como canto mal,
ni me arrimo, ni me llaman.
Un
cuarto grupo temático es el formado por estrofas que contienen
referencias geográficas y topográficas: pueblos, partidas rurales,
villas y ciudades, montañas, ríos, comarcas, etc. En especial,
tienen mayor importancia las referencias al contexto geográfico más
próximo.
Las chicas de Navalón
sin pintarse están muy guapas
que las hermosea el sol
y el aire de la montaña.
Bolbaite ya no es Bolbaite
que es una grande ciudat
han quitado los candiles
y han puesto letricidad.
Las mujeres de la sierra
para dormir a su niño,
que se duerman poco a poco
les cantan un fandanguillo.
Las mujeres de la sierra
para dormir a su niño
en vez de cantarle el coco
les cantan un fandanguillo
que s´aduerman poco a
poco.
Una muchacha de Lorca
y otra de Montemayor
se juâron la hermosura
y la de Lorca ganó
por tener mejor hechura.
En Navalón sale el sol
Y en las Arenas la luna
De las mozas de Requena
De las cuatro, quiero a una.
Si tuvieras olivares
Como tienes fantesía
El río de Manzanares
Por tu puerta pasaría
Para regar tus bancales.
De Cartagena a Almería
Han fundado una pader
Por la pader va la vía
Por la vía pasa el tren,
Va dentro la prenda mía.
Mira si ha corrido tierras
que ha estâu en
Benacancil,
en el pocico Burgueño,
en Benifaldas y aquí.
Soy del Hoyo, soy del Hoyo
soy de la rica Ribera,
donde se fabrica el oro,
l´azúcar y la canela.
Valencia ya no es valencia
Valencia, jardín de flores,
los mozos de Zaragoza
pasan el río y las cogen.
Bien te puedes alabar
Cartagena de Levante,
que Murcia con ser más grande
no tiene puerto de mar.
En Bicorp usan los rollos
y en Quesa los pemintones.
En Navarrés, chicas guapas
y en Bolbaite, pelunchones.
En Engra ponen l’aceite.
En Anna los pemintones.
En Chella, las chicas guapas
y en Bolbaite pelunchones.
En Bolbaite hacen aceite.
En Chella, los pemintones.
En Anna las chicas guapas
y en Engra, los pelunchones.
Dicen que te vas, te vas
a Canales a vivir
a una casa con balcones
y al hospital a morir.
Mira si ha corrido
tierras
Que ha estâu en
Benacancil,
en el pocico Burgueño,
en Benifaldas y aquí.
El vicario de Mogente
ha perdido su carrera
por llevarse a la Dolores
hija de la Molinera.
En Canals s´ha mort un burro
En Montesa l´han pelat.
En Vallâ l´han fet a
trossos
I en Moixent se l´han
minjat.
En Villena, las Vertudes,
en Guiecla, la
Concepción
la de Belén, en Almansa,
y su hija en Navalón.
Un
quinto grupo lo encontramos formado por las coplas que podríamos
denominar sentenciosas, moralizantes o didácticas. También aquí
encontramos ejemplos machistas y misóginos.
Madre mía, usté no
sabe
de la misa la mitat;
que para querer a un hombre
hace falta seriedat.
Toditos los labradores
tienen callos en las manos
de ir toditos los días
con la esteva trabajando.
El levante está movido
y el tiempo para llover.
No faltarán malas caras
ande no haiga qué
comer.
Quien te puso Salvadora
no te puso bien el nombre.
Te tenían que haber puesto
la perdición de los hombres.
Madre mía, los mineros
que buenos chicos que son
solo tienen una falta,
que mueren sin confesión.
El hombre para ser bueno
ha de tener tres partidas:
hablar poco y hacer mucho
y no alabarse en la vida.
Que me importa que tu pases
por mi puerta y no me hables.
Si yo, ni como ni bebo
con los saludos de nadie.
Si quieres que te lo diga,
cantando te lo diré:
Un amor que yo tenía,
por donde vino, se fue.
Serrana, parte esta nuez
Tira cortezas al río
Que lo que ha sido y no es
Es como si no hubiera sido.
Per tu, m´esgarre la jupa
Per tu em rebente en un bac;
Jo per tu faré mil coses;
Tu per mi no en faràs cap.
Dicen que eres muy rico
Te sobra para vivir;
Una casa con balcones
Y al hospital a morir.
Ojos verdes son traidores
azules son embusteros
y los acastañaditos
son firmes y verdaderos.
El dinero es un metal
Que ni los perros lo quieren.
Por él la mujer se me va
Con el hombre que no quiere.
Los presos cuentan los días,
los presidiarios, los años,
y los que están en capilla,
cuentan minutos y cuartos.
En mi vida, ha visto yo
castigar a un inocente
y por la calle pasear
a aquel que hizo la muerte.
¡Quítate ese traje negro!
Tu mal no tiene perdón,
que, cuando el luto es
sentido,
se lleva en el corazón
no en el color del vestido.
Tabaco, vino y mujer
en contra la joventut.
Y si lo tomas con regla,
es para el hombre salut.
Fui a preguntarle a un sabio
como se olvida un querer,
y el sabio me contestó:
“para aborrecer, no ver”.
El agua clara, señores,
dicen que las penas quita.
Yo me arrimaré a una fuente
por ver si las penas mías
se las lleva la corriente.
En este mundo señores
quien mal anda, mal acaba.
Y en casa de un jabonero
quien no se cai, se
resvara.
Sábado te casarás.
Domingo serás casado.
Y el lunes preguntarás
dónde venden pan fiado.
Castillo que está en lo alto
y no se le ponen puntales
Tendrá que caer al suelo
Al tiempo de temporales.
No abuses del infeliz
aunque el dinero te sobre.
Yo ha visto un rico vestir
con los desechos de un pobre
y en puerta en puerta pedir.
Cada vez que miro yo
las puertas del camposanto
le digo a mi cuerpecito:
“-Allí será tu descanso”.
Yo no tengo quien me llore
más que una triste campana,
que si me muero esta noche
me han de enterrar mañana.
Ya me voy volviendo viejo,
ya me cago sin sentir,
ya me se arruga el pellejo...
¡pronto me voy a morir!
La mujer que de enamora
se la ropa y no del hombre
es una loca perdida.
Porque la ropa se rompe
y el hombre es pâ to`la vida.
La chica que gaste punto
sin tener de lo que coma,
tendrá que vender el punto
para que del punto coma.
No eches tanta fantesía
que me lo voy a creer;
que no tienes todavía
lo que un hombre ha de tener
para jugarse la vida.
A la pobre de tu madre,
anda y dale de comer,
y no gastes los dineros
con una mala mujer.
En la Monyigosa estic
én el furó i les senderes;
¡sabater a fer sabates
i deixar-se de caceres!
Soy más rico siendo pobre
que Luiset el arriero.
Tengo la mujer bonita
¿para qué quiero el dinero?
El
último grupo importante de coplas es el formado por letras
destinadas a dar la despedida. En el baile, sirven de aviso para los
participantes. En una ronda cumplen la función de señalar el final,
con lo que los músicos saben que han de dejar de tocar. En caso de
no cantar una copla especial de despedida, era habitual añadir a la
cuarteta que se estuviera cantando un verso final con idéntica
función: “y con esta digo fuera” o “y con esta me despido”.
Navalón es un rosal
por las mujeres bonitas.
Y yo que estoy allegando
los canto la despedida.
Ya se acaba esta jotica.
Ya no me quedan canciones
y ya me encuentro cansado
y me duelen los riñones.
La despedida los doy
y aquí cierro mis papeles.
Bien me pueden perdonar
hombres, niños y mujeres.
La despedida los doy,
la que dan los carreteros,
con el látigo en la mano:
“Buenas tardes caballero”.
La despedida los doy
la que dan los labradores
surco arriba y surco abajo
“adiós”, ramito de
flores.
La despedida los doy,
la que dan los enguerinos:
“Buenas tardes caballero,
vaya usted por buen camino”.
Con esta y no canto más
y con esta me despido.
Bien me pueden dispensar
hombres, mujeres y niños.
Me despido de tu puerta
de tu ventana y tus padres,
y de ti, no me despido,
rosita de los rosales.
La despedida les doy
la que dan en Alicante;
Quien quiera bailar que siga,
que se toque y que se cante.
La despedida los doy,
la que dan en Alicante:
el que quiera bailar más
que se toque y que se cante.
La despedida los doy,
por encima de la parra;
que se va mi compañero
y se lleva la guitarra.
La despedida los doy,
la que dan los albañiles
con el palustre en la mano:
-Adiós, ramo de jarmiles.
La
despedida los doy
porque
me voy a bailar
y
a pasar la tarde bien
con
las chicas.Y allá va.
NOTAS:
1
La primera colección de coplas hecha por un folclorista español
es la obra del aristócrata vasco Juan Antonio de Iza Zamácola,
quien en 1799 publica bajo el pseudónimo de Don Preciso la
Colección de las mejores seguidillas, tiranas y polos que se han
compuesto para cantar a la guitarra, obra que será
abundantemente reeditada durante el siglo XIX.

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